29 de noviembre de 2008

Los exitosos

Clínicas, guarderías, seguros, analistas, ortodoncias, personal training, son algunos de los servicios que exigen a la sociedad las sanguijuelas.

Convertidos en pequeños dioses no se privan de nada. Nacen como abejas reales, viven como zánganos para ser exitosos y terminan con infinitas limitaciones ¡Salen caros!, les cuesta relacionarse, ir a la guerra, comprometerse, saltar al abismo o hacer el amor. Prefieren la cama de agua al duro colchón. Los hijo del mundo globalizado vienen a mejorar su status a costillas de la gente.

Estos posmodernos son un ancla pesada en el cuello de los otros mortales. Afortunadamente, duermen con el preservativo puesto, no gastan óvulos al cuete y regulan la menstruación. Su primer mandamiento les recuerda que los hijos son para disfrutarlos.
Imagínense la descendencia de estos monstruos en la próxima camada. Serán éxitos enormes, para ellos mismos; serán bellos deformes que no ayudarán a nadie sin un reflector que los ilumine y una pantalla donde se puedan contemplar.

Estos hedonistas son la rama estéril del árbol evolutivo: chanchos que no dan manteca, vacas que se toman la leche y patean el balde si algo les sobra.

Aparte del duro trabajo diario, cargamos sobre nuestros hombros a estos soberbios mutantes, narcisos convencidos de que los inventos fueron hechos exclusivamente con el objeto de que ellos vivan mejor. Y están persuadidos de que los avances genéticos de la especie se producen para aumentar la variedad del placer. Presiento que en un tiempo no lejano, un pontente y justiciero viento remecerá el follaje y estos insaciables parásitos de la civilización serán desprendidos para el bien de la humanidad.

Vigilia

a Omar

Mirada torva
que observo en el espejo
Mal presagio,
esa laguna sin explicar,
esos encapuchados,
que vienen a buscarme,
y cuchichean,
y se ríen con malicia,
mirando de soslayo.

Desconfío de mí,
algo espantoso estoy tramando.

Fuerte grazna
el cuervo de Poe
que anuncia las desgracias.

Por las noches
sorprendo a mi cabeza
fabricando enanos
que afilan dagas.
Hongos, líquenes,
animales indecorosos,
deformados fetos,
pócimas inmundas.

Estoy alerta, y controlo,
pero a veces,
a veces,
me duermo.

20 de noviembre de 2008

Los Antonios

(Cumpleaños de Antonio Gómez)

Ríe un Antonio a carcajadas
con una copa en la mano.
El otro de cerca y por sobre el hombro
mira sombrío.

Uno, excelentes migas hace con el sol,
el otro, desembozado, coquetea
con la taciturna luna.
Dos Antonios y la misma complicada estructura.


Aunque hay...
Yo sé que hay,
además de estos, otros.

Multitudes de Antonios
que no logran ponerse de acuerdo,
acerca de cuál calcetín usar
en el borceguí de la madrugada.

A veces, entristecido,
en algún impreciso Antonio,
noto una inconfundible mueca de hastío.

Poeta